Sunday, January 21, 2007

Umoja: un barrio en Miami

Liberty City es un vecindario pobre de Miami, a escasos kilómetros del centro de la ciudad. En octubre de 2006, 40 personas en situación de calle, liderizadas por Max Rameau, un activista comunal de 37 años, tomaron posesión de un terreno municipal baldío y fundaron la aldea Umoja. Niños, mujeres y hombres habitan ahora en Umoja, que significa "Unidad" en el lenguaje swahili. Cada casa construida con sobrantes de madera de embalaje y lona azul turquesa, cada casa de cartón, habría dicho Alí Primera, tiene el nombre de un héroe afrodescendiente: Martin Luther King, Malcom X, Assata. La "ducha" colectiva es un marco de madera sobre el cual el usuario coloca un envase de plástico que ha llenado de agua, según instrucciones claramente indicadas en un letrero. Una manguera recoge el agua que cae en el piso y la lleva a regar un huerto comunal. En una lista pública aparecen las tareas del día; y las personas responsables de cumplirlas. Tres reglas codifican la justicia: se prohiben las drogas y el alcohol, la violencia y el acoso sexual. Umoja es un experimento social, de gobierno comunitario.

Mientras resisten los esfuerzos de los políticos por echarlos del sitio, los habitantes de Umoja han encontrado en la solidaridad su humanidad perdida. En un video grabado en noviembre del año pasado, una joven latina dice: "me gusta estar aquí, tengo un cuarto, tengo una puerta que me da un poquito de privacidad, tengo ropa, tengo comida, ¿qué mas puedo pedir?." Un líder comunal reflexiona: "las casas aquí no tienen bases, nosotros somos la base; hicimos esto para ayudar a las personas, para juntarlas; ¿usted necesita un sitio para vivir? ¿usted necesita comida? se los damos, sin cobrarle, sin preguntarle nada; ¿usted necesita amor? tenemos amor; el amor nos da la respuesta, el amor es la respuesta ahora; y lo tenemos." Un joven negro ríe mientras dice que "es encantador poder cocinar tu propia comida, es algo que no puedes hacer debajo del puente." Un hombre de unos sesenta años lava los platos y comenta "me siento como que soy alguien, especialmente cuando estoy ayudando a alguien, ¿sabes lo que es eso?" Otro, más lapidario, sentencia: "siento que he vuelto a ser un hombre."

Max Rameau señala a la burocracia: "el gobierno local, en vez de ser un aliado en la lucha por construir hogares de bajo costo, es nuestro peor enemigo."

La ciudad de Miami tiene un deficit de viviendas para gente de bajos ingresos. Mientras tanto, el poder municipal promueve la construcción de viviendas de lujo. (De acuerdo al Miami Herald, una Comisionada de Miami tiene prioridades distintas a las de los pobres, como por ejemplo invertir $75.000 de fondos municipales para garantizar la apertura del "Yellow Moon Salon and Day Spa," un negocio propiedad de su familia.) La corrupción y el neoliberalismo se dan la mano. Pero Umoja resiste y nos demuestra que la gente no se cruza de brazos: mas tarde o mas temprano, actúa.

Distribuir dinero ayuda a la gente. Pero para derrotar la corrupción y el despilfarro, es necesario expresar la solidaridad como organización eficaz. Así lograremos el sentido de comunidad que necesitamos para disfrutar de una vida social digna.

1 comment:

Carmen Dolores said...

Hola: Es importante conocer este tipo de experiencias, pues al margen del dolor humano respecto a la incapacidad de superar la miseria, la organización comunitaria es fundamental para superar los problemas que estamos enfrentando en todas las sociedades. Ëspero seguir viendo este tipo de textos en este blog.
Carmen Solores