Tuesday, April 17, 2012

Gestión Pública en Venezuela

La función pública descuidada
Hueco en la calle C-1 de la Lagunita, en el municipio El Hatillo de Caracas
Hueco en la calle C-1 de la Lagunita, en el municipio El Hatillo de Caracas

En el barrio La Lagunita vive gente de los estratos A y B de la sociedad venezolana, gente cuyo nivel de ingresos es superior al del restante 97,7% de la población.

El hueco que aquí mostramos es representativo del abandono de los espacios públicos en La Lagunita.

Si este es el entorno en que vive la élite económica venezolana, el lector puede con facilidad imaginar el abandono de nuestro medio ambiente urbano en general.

Puede imaginar también la calidad de la gestión pública que toleramos en Venezuela.

4 comments:

Jeanpier Anaya said...

Saludos:

Tu comentario es bastante significativo, sin embargo aunque la ciudad aun le falta muchisimo para tener un ambiente humano acorde con las dimensiones de Caracas, el hecho es que principalmente en los sectores de mayores ingresos existe un mayor abandono de los espacios públicos, debido principalmente a un abandono de "lo público" la paranoia autoinflingida, alimentada por la delincuencia y la alabanza a los privado así como una alta dependencia del automovil, ha transformado la vida de las personas hacia espacios públicos privatizados, como bares,restaurantes, centros comerciales y gimnasios.

vías públicas es percibido con "inferior" y veras que las demandas políticas de las clases "A" y "B" no se relacionan con que arreglen la calle del frente o recojan la basura si no a reducir las regulaciones a las empresas, levantar el control de cambio para los viajes al exterior o meter presos a los malandros (a los de pequeña monta, por su puesto).

Por su puesto, la autoridades locales de estas zonas atenderán prioritariamente las demandas económicas de sus votantes y no a cosas más domesticas.

por el contario, cuando vemos las zonas de estratos más bajos, como Catia o el cementerio, vemos que al ser las demandas mayormente domesticas las respuestas dadas por los políticos vienen atendiendo adecuadamente las demandas relacionadas con los espacios públicos.

Un ejemplo era Chacao, su actividad económica es principalmente de pequeñas y medianas empresas, las cuales tiene un ámbito comercial principalmente local y por lo tanto con una alta relación con el entorno inmediato que se traduce en mejores espacios públicos.

Ahora, el caso específico que dices de la Laguinta ¿Donde están los intereses de los votantes de esas zona? ¿que prioridades tendrán los políticos electos por estos votantes?

Este par de cuestiones te ayudaran a comprender el estado de cada una de las zonas de la ciudad, la pregunta de oro sería ¿Donde tienen la cabeza los votantes de la zona cuando eligen a su alcalde?


Muchas gracias

Gustavo J. Mata said...

Saludos JeanPier,

Gracias por tu extenso comentario, que coloca el asunto dentro una perspectiva mucho más amplia.

Es posible que sea “principalmente en los sectores de mayores ingresos (donde) existe un mayor abandono de los espacios públicos”. En todo caso es un hecho que los sectores de mayores ingresos han abandonado su responsabilidad de contribuir a crear un ambiente humano razonable.

Esto no siempre fue así: barrios como Altamira, Las Mercedes y La Pastora fueron en su momento expresiones de una clase media educada. Aún desarrollos masivos como El Silencio, Las Lomas de Urdaneta y el 23 de enero dan fe de un urbanismo serio—aunque hoy sus espacios de recreación, de comercio y de tránsito hayan sido invadidos por la marginalidad. Y ya que mencionamos el término, algo tabú en estos tiempos, cabe decir que el desarrollo urbano de El Hatillo ha sido tan marginal como el de más pobre de los barrios de Venezuela.

Las autoridades locales atienden los intereses de quienes financian sus carreras políticas con el propósito de hacer dinero, así sea a costa de destruir la naturaleza y la ciudad, en esto estamos de acuerdo.

Discrepo sin embargo cuando dices que en los estratos más bajos “los políticos vienen atendiendo adecuadamente las demandas relacionadas con los espacios públicos”. Es verdad que han habido esfuerzos puntuales como la remodelación del casco de Caracas y el Boulevard de Sabana Grande. Pero en el Oeste la basura sigue acumulándose en calles llenas de huecos, los espacios de recreación son invadidos por el comercio informal y ahora los materiales de construcción de las obras del gobierno forman en las aceras montañas que obligan a los peatones a esquivar carros y motocicletas sobre el asfalto (en la esquina del Guanábano en la Avenida Baralt tienes un buen ejemplo).

Gracias una vez más por tu contribución.

Gustavo

Jeanpier Anaya said...

Me parece que coincidimos en más aspectos de los que pareciera a simple vista. Creo que me quedé corto con la aclaratoria que hago al inicio de que "la ciudad aun le falta muchísimo" y es efectivamente el tema de la recolección de la basura uno de los más graves y del cual soy una victima diaria.

El sentido de mi comentario, es que en un sector como La bandera, por poner un ejemplo la gente medirá la gestión del gobierno por temas como la iluminación y o la recolección de basura, mientras que en El Hatillo lo medirán por la reducción de los impuestos municipales o la repartición de permisos para la construcción de centros comerciales.

Estoy de acuerdo contigo en que no siempre fue así y por eso en mi comentario pongo el ejemplo de Chacao, donde la situación económica de la mayoría de sus habitantes, está todavía muy relacionado con la calidad de los espacios públicos (comercios a puerta de calle, bares a cielo abierto, pequeñas oficinas, etc etc).

Seguramente las autoridades locales de El Hatillo no ven en peligro sus intereses políticos destruyendo algunos arboles pero si sentirían amenazados si paralizan la construcción de un centro comercial. De la misma manera que las autoridades de Libertador se sienten amenazados por la basura o la iluminación, pero no se ven afectados por un aumento de los impuestos municipales o, repitamos el ejemplo, si paralizan la construcción de un centro comercial.

Gustavo J. Mata said...

Sin duda, la dinámica política tiene un componente local muy importante.

Pero creo que hay una dificultad universal. La motivación central de casi todos los políticos es la ganancia personal—aquí y en el resto del mundo.

Lo que diferencia a Venezuela es el peso de la riqueza petrolera, que controlada por los políticos les permite menospreciar a trabajadores, comerciantes, empresarios: a casi todo el colectivo.