Sunday, February 25, 2007

Guerra, mentiras y petróleo

La noche del 15 de febrero de 1898 estalla en el puerto de La Habana el buque de guerra estadounidense USS Maine. Un mes después, los EEUU declaran la guerra a España e invaden a Cuba. La noche del 31 de agosto de 1939, comandos nazis capturan la estación de radio en Gleitwitz, Alemania y transmiten un mensaje en polaco, ejecutan presos de un campo de concentración y los disfrazan como soldados polacos. Al día siguiente Hitler invade Polonia. El 2 y el 4 de agosto de 1964, en el golfo de Tonkin, el USS Maddox y el USS Turner Joy simulan ser víctimas de un ataque de la Armada de Vietnam del Norte. El 5 de agosto Lyndon Johnson ordena un bombardeo aéreo. Se inicia así una campaña que en los nueve años siguientes llueve un millón de toneladas de bombas sobre la gente del sureste asiático.

La guerra choca contra el instinto de la vida. Tres cosas convencen a una persona a arriesgarse ante fuego y metralla: el miedo, la venganza y el botín. Los "incidentes" que casi siempre preceden una intervención militar están pensados para inducir miedo y deseos de venganza en la población.

En el 2002, George W. Bush acusó a Irak de poseer "armas de destrucción masiva". Los inspectores de la ONU no encontraron ninguna. Aun así, Irak, un país postrado y hambriento, fue invadido en marzo del 2003. Bush ahora reconoce que tales armas nunca existieron. Pero según The Lancet, una revista médica británica, medio millón de iraquíes han muerto como consecuencia de la guerra. La historia continúa: de acuerdo con la BBC, los Estados Unidos planifican atacar a Irán. ¿Qué dispararía este ataque? Que los EEUU "confirmen" que Irán desarrolla armas nucleares. Un vistazo al mapa basta para entender que las guerras en Afganistán, en Irak, en el Líbano, en Palestina y ahora, quizás, en Irán, tienen un elemento en común: el control del petróleo del mundo.

Los venezolanos tenemos la suerte de poseer enormes reservas de petróleo y gas. Esto nos hace blanco de las ambiciones de quienes las quieren. Es el petróleo lo que está detrás del golpe de Estado del 2002, del paro petrolero, de los repetidos intentos de desestabilizar nuestro país. Somos objeto de una campaña de demonización. El tipo de campaña que hemos visto precede a una intervención militar. (Aunque una invasión no parece probable en este momento, no es prudente descontarla.)

En este escenario es noticia un artículo de Claudio Mendoza, científico del IVIC. En su artículo, el doctor Mendoza dice: "...(lo anterior) significa que el ingreso al exclusivo club nuclear se reduce esencialmente a la capacidad tecnológica de enriquecer uranio... a pesar del fin de la Guerra Fría, el arsenal del club nuclear crece cada vez con mayor sofisticación. ¿Queremos de veras sobrevivir? Nos aterra la intransigencia de los países que decididamente se quieren colear: Corea del Norte, Irán y nuestra querida Venezuela...".

Corea del Norte ha desarrollado y detonado armas nucleares. A Irán se le amenaza por supuestamente querer desarrollarlas. ¿Es prudente que un venezolano, que goza de la credibilidad que otorga el ejercicio de la ciencia, afirme que Venezuela quiere colearse en este "club nuclear"?

1 comment:

Michel En La Red said...

Saludos desde La Nueva venezuela
www.lanuevavenezuela.blogspot.com