Thursday, December 30, 2010

Mensaje de Félix Díaz, lider indígena argentino

Al cumplirse un mes de un violento desalojo policial en la comunidad indígena Qom La Primavera de Laguna Blanca, en Formosa, Argentina, Félix Díaz, líder comunitario, comenzó junto a cinco compañeros una huelga de hambre. Este es su mensaje.


Sunday, December 26, 2010

Tarde de Chacao en un celular barato

Fotos de Caracas.
Ranchito en Chacao (Tarde de Chacao, Caracas, Venezuela)
Ranchito invencible


Quinta en miniatura (Tarde de Chacao, Chacao, Caracas, Venezuela)
Quinta en miniatura


Jóvenes músicos (Tarde de Chacao, Chacao, Caracas, Venezuela)
Jóvenes músicos


Casa Verde (Tarde de Chacao, Chacao, Caracas, Venezuela)
Casa verde



Puerta en Rosado de los años 50 (Tarde de Chacao, Chacao, Caracas, Venezuela)
Rosado de los años 50


El domingo en la tarde, Caracas nos regaló estas imágenes del pueblo que aún no olvida que fue.

Buhonero

Economía informal en Venezuela
Lo propuso el filósofo Jeremías Bentham en 1789, lo usó Bolívar en su discurso de Angostura y hoy se le invoca como principio del socialismo del siglo XXI: «el sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política».

Un principio sirve de patrón para evaluar las acciones de quienes a él se adhieren. En estos días, la decisión de la Alcaldía de Caracas de impedir a los buhoneros copar espacios públicos ha generado una controversia en la que están, de un lado, el bienestar de las personas que transitan por calles y aceras, y del otro, el derecho de los buhoneros a ganarse la vida. Siendo los buhoneros gente humilde, hay quienes ponen en tela de juicio la pertinencia de esta acción de la Alcaldía socialista.

El principio de la mayor suma de felicidad posible permite dirimir el asunto. ¿Cuántas personas dependen de los buhoneros? ¿Miles, decenas de miles? En todo caso representan una minoría en relación a los 5,5 millones de habitantes de la ciudad. Es claro que la suma de felicidad de todos los ciudadanos de Caracas será muchísimo mayor si se mantiene la integridad de los espacios públicos.

Esto no implica soslayar el significado social de la buhonería. Al contrario, implica entenderla como síntoma de un problema más profundo: el que nuestra economía, en la periferia del capitalismo, no genera suficientes fuentes de empleo para atender las necesidades de la población. “La necesidad tiene cara de buhonero”, solía decir mi difunta madre.

Una política permisiva hacia los buhoneros aumentaría el malestar de la mayoría, debilitaría nuestro ya precario Estado y limitaría nuestra capacidad de forjar un país fuerte –uno en el que nuestros compatriotas no se vean obligados a ser carne de cañón de los importadores de baratijas que, en última instancia, se apoderan de la plusvalía del comercio en las calles.

Saturday, December 18, 2010

Deseos de Navidad

Paz en Venezuela
Nieve de un espray de lata. Guirnaldas doradas y bolas de cristal sobre un árbol de quinchoncho pintado de blanco. Voces de vecinos entrando y saliendo del apartamento. Olor de paredes recién pintadas. Calor de luz de bombillos desnudos.

Era así el escenario de la nochebuena en la navidad de nuestra niñez.

Desde temprano vestíamos estrenos comprados en El Silencio. Más tarde comeríamos hallacas y pan de jamón mientras un tío cómplice nos dejaba probar su vaso de cuba libre. Después iríamos a dormir, a esperar al niño Jesús en el que todavía creía nuestro hermano menor, menos mal.

Ayer un amigo ateo nos deseó feliz navidad.  Pidió disculpas por creerse inconsistente con sus ideas, no tenía por qué. En la navidad habitan la religión y el comercio, es verdad. Pero también habita la determinación de no dejarse vencer por la adversidad.

Es difícil concebir el horror que vivían los soldados en las trincheras insalubres de la primera guerra mundial.  Aún así, en la nochebuena alemanes y franceses se negaban a matarse y cantaban juntos canciones de navidad. Por encima de las órdenes de políticos y comandantes declaraban  una tregua espóntanea.

Este sentimiento nos lleva a un aguinaldo de Simón Díaz.

Trompo serenito,
que baila en la mano.
Bríndale la calma
que tanto le falta,
al venezolano
.

Quinientos años de opresión han disparado el remolino de pasiones políticas que hoy vivimos. Es posible que esta turbulencia sea necesaria para reparar las injusticias que nos separan. Pero la zozobra que padecemos habrá sido en vano si el resultado final fuere una división más profunda.

Aprovechemos estos días para encontrar la calma que nos permita recordar que lo que nos separa es miseria comparado con lo que nos une: la calma que nos enseñe caminos para construir juntos un país en el que podamos expresar la creatividad, la generosidad y el afecto que todos valoramos.

Sunday, December 12, 2010

La bondad como valor de supervivencia

El próximo 21 será el día más corto del año. Es tiempo de hacernos compañía, de oponer bondad y luz a frío y oscuridad, de transmutar la noche más larga en nochebuena.

Sobrevivir en soledad un invierno era imposible en épocas pasadas. No sorprende entonces que se exprese en Navidad la simpatía, sustrato de la cooperación y, de acuerdo a Charles Darwin, el más fuerte de los instintos humanos. Si Darwin valoraba la cooperación, es paradójico que sus ideas se usen para justificar el darwinismo social, para legitimar la subordinación del derecho al poder.

Lo que propuso Darwin en El Origen de las Especies fue la supervivencia del mejor adaptado. Esto fue después tergiversado como la supervivencia del más fuerte. El mejor adaptado es en realidad el más bondadoso, nos dicen ahora científicos de la Universidad de California en Berkeley.

El darwinismo social se sustenta en un supuesto predominio de las pulsiones egoístas. En contraposición, Laura Saslow y Sarina Rodrigues han encontrado un gen de la empatía. (Un gen que codifica el receptor de la oxitocina, un neurotransmisor activo en el amor romántico, la protección y el cuidado y la interacción social.)

Según el darwinismo social, valorar la cooperación sería ingenuo porque los seres humanos buscamos la satisfacción individual. Este argumento es falaz. Se puede conciliar la satisfacción individual con la de otros. Así lo corrobora un estudio del sociólogo Robb Willer, en el que los participantes recibieron un poco de dinero que luego pudieron jugar en beneficio del “bien común”. Fueron los más generosos quienes recibieron más regalos, respeto y cooperación de los demás; y quienes adquirieron más influencia. Su generosidad les trajo satisfacción individual.

La evidencia científica acumulada demuestra que evolucionamos hacia la compasión y la colaboración. Demuestra que la bondad nos ayuda a sobrevivir y prosperar como especie.


[El siguiente documento sirvió de base a este artículo: University of California, Berkeley (2009, December 9). Social scientists build case for 'survival of the kindest'. ScienceDaily.]

Monday, December 06, 2010

Red de Consejos Comunales

“En Venezuela hay 31.000 Consejos Comunales”, declaró en febrero de este año un portavoz del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social. Estos Consejos Comunales, trabajando como un sistema coordinado, podrían jugar un papel significativo en el diseño e implementación de políticas públicas. Podrían convertir en realidad la idea de Poder Comunal.

Pero los Consejos Comunales no han alcanzado la madurez. Todavía aprenden, sobre la marcha, a definir y ejecutar sus funciones. Aprenderían mucho más rápido si compartieran entre sí sus experiencias, si cada uno de ellos pudiese aprender de los problemas, soluciones y procedimientos de los demás. Una red capaz de entrelazar los Consejos haría posible este aprendizaje colectivo.

Crear la red comenzaría por documentar la acción de cada Consejo Comunal. En textos, imágenes, sonido. ¿Con qué herramientas? Celulares, cámaras digitales y computadoras, todos aparatos de consumo masivo, son cada vez más accesibles a las comunidades. (500.000 computadoras Canaima serán repartidas a los niños en las escuelas, por ejemplo.) Con la ayuda de estos dispositivos, la información de cada Consejo Comunal podría guardarse en forma digital. Bastaría cargarla a un servidor conectado a Internet para que estuviese a la disposición de los demás Consejos.

Implementar la red que aquí dibujamos es una tarea compleja. Pero está a nuestro alcance: en menos de un año podría estar funcionando lo esencial.

Las técnicas informáticas relevantes son relativamente simples. El aprendizaje y organización a nivel de las comunidades serían los aspectos más difíciles. Pero es precisamente a nivel de las comunidades donde contamos con una ventaja crucial: nuestra preferencia por la conversación como medio para comunicarnos.

Los celulares, las redes sociales, la internet –todos instrumentos para la conversación– serían ideales para entrelazar los hilos del discurso comunal.