Saturday, May 19, 2007

Un ganster en Caracas

Orlando Bosch, cómplice de Luis Posada Carriles en la voladura de un avión civil cubano, fue entrevistado el año pasado por Juan Manuel Cao, del canal 41 de la televisión de Miami. Cuando el entrevistador mencionó que 73 personas habían muerto en el atentado, Bosch respondió: "...chico, en una guerra como la que los cubanos que amamos la libertad peleamos contra el tirano, tu tienes que tumbar aviones, hundir barcos, tienes que estar preparado para atacar todo lo que esté a tu alcance." El entrevistador continuó: "¿pero no sientes algo por quienes murieron, por sus familias?..." Bosch contestó: "...¿quien estaba en ese avión? 4 miembros del partido comunista, 5 norcoreanos, 4 guyaneses... concho chico, ¡4 miembros del partido comunista! ¿Quienes estaban en ese avión? nuestros enemigos..." El entrevistador insistió: "¿Y los esgrimistas, y los jóvenes?" . Bosch respondió: "Yo estaba en Caracas, yo vi a las muchachas en televisión. Después de la competencia la lideresa del equipo dedicó su triunfo al tirano. Dió un discurso lleno de alabanzas para el tirano. En Santo Domingo (donde se planificó el atentado) acordamos que todo el que viniera de Cuba a glorificar al tirano tenía que correr los mismos riesgos que los hombres y mujeres que peleamos contra el tirano..." Las racionalizaciones de Bosch reflejan una forma extrema de la psicopatología asociada al fanatismo.

Hace dos semanas la valiente periodista Vanessa Davies entrevistó en su programa Contragolpe a las hermanas Brenda y Marlene Esquivel, dos venezolanas que fueron torturadas bajo la dirección de Posada Carriles en 1972. Posada Carriles había emigrado de Cuba hacia los Estados Unidos en 1961. Fue operador de la CIA en Miami hasta 1968, año en el que se mudó a Venezuela. El gobierno de Raúl Leoni le otorgó la ciudadanía venezolana. Durante el gobierno de Rafael Caldera fue jefe de operaciones de la DISIP. Como tal participó en la así llamada masacre de La Victoria, en la que fueron ejecutados varios activistas de izquierda. Brenda y Marlene Esquivel, la una embarazada y la otra con una niña recién nacida en brazos, fueron detenidas en ese momento. Recluídas en las instalaciones de la DISIP, fueron víctimas del sadismo de Posada Carriles. En el programa de Vanessa vislumbramos el horror y la humillación que 35 años después siguen frescos en la memoria de las hermanas Esquivel. El programa también nos recordó que la humillación fue colectiva.

Luis Posada Carriles, sicópata, criminal, fue acogido por nuestros gobiernos coloniales. Bajo las órdenes de la metrópolis le fue otorgado el derecho a llamarse venezolano. Le fue otorgado el derecho y el poder de violar la humanidad de nuestra gente. Con estos actos, expresiones de su sumisión, nuestros gobiernos humillaron la dignidad de todos nosotros.

Sin embargo la historia ha sido generosa y nos ha brindado algo de justicia. Justicia poética, es verdad, pero justicia al fin: hoy la presencia de Posada Carriles humilla a la metrópolis. La dinámica del poder lo hace inmune a su justicia. Posada Carriles le grita al mundo la hipocresía de la Guerra Contra el Terrorismo.

El caso Posada Carriles también nos sirve a los venezolanos como punto de referencia. Ningún venezolano sufre ahora lo que sufrieron Brenda y Marlene Esquivel. No doblamos más la cerviz ante la metrópolis. Aunque todavía nos falta mucho que recorrer para eliminar la opresión, hemos avanzado.

Pero no podemos bajar la guardia. La mentalidad del oprimido, los hábitos coloniales que nos hicieron presa fácil de las maquinaciones imperiales, siguen vigentes en nuestra cultura. Mientras no los hayamos trascendido, corremos el riesgo de regresar el pasado.

Sunday, May 06, 2007

Arias, referendo y TLC

Hace tres meses la Asamblea Nacional de Venezuela aprobó la Ley Habilitante, que le confiere al Presidente Hugo Chávez la capacidad de legislar sobre un grupo de materias durante 18 meses. En ese momento Oscar Arias, Presidente de Costa Rica, calificó esta Ley como una "negación de la democracia." Afirmó, en una no muy sutil indirecta, que: "para un dictador...lo importante no es tener oposición sino un poder absoluto." En contraste, agregó, "el demócrata cree que sólo el poder detiene al poder y, por lo tanto, tiene que existir una división de poderes, ya que es con esos frenos y contrapesos como mejor opera una sociedad."

Aunque no queda claro de sus declaraciones, presumimos que Arias se refiere a la división de poderes del Estado liberal tradicional: ejecutivo, legislativo y judicial. Hoy, sin embargo, hay en Costa Rica un conflicto muy distinto de poderes: el poder del pueblo se enfrenta al poder de la globalización neoliberal.

Costa Rica, junto con la República Dominicana, el Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, ha negociado un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos (TLC). En la página web del Ministerio de Comercio Exterior de Costa Rica (MCECR), bajo el títular "Costa Rica firma TLC," encontramos que una de las virtudes del TLC es que "se facilita la circulación de bienes, al bajar las barreras arancelarias y no arancelarias que inciden sobre el comercio." ¿Se facilita la circulación de los trabajadores? No. "Los TLC no son instrumentos para regular el tema migratorio," sentencia el MCECR. ¿Qué opinan los trabajadores? En una acción de calle, Don Masís de Moravia carga un letrero. En la parte de arriba dice "Si el TLC pasa seremos esclavos, como este burro." En la parte de abajo un burrito, algo triste, dice "fuera los vendepatria."

Este tratado sería ratificado, en principio, por la Asamblea Legislativa. Sin embargo, desde hace varios meses se empezaron a escuchar voces que pedían someter la aprobación o rechazo del TLC a un referendo popular.

¿Cuál era la posición del Presidente Arias en ese momento? Ante la pregunta: "...hay sectores sociales y políticos que reclaman un referéndum. ¿Ha considerado esta posibilidad?," el Presidente respondió que ..."esa posibilidad nadie la ha planteado con seriedad. Primero porque ya saben que si se planteara y se hace, lo pierden los que están en contra. Segundo, porque acabamos de pasar una elección de presidente y diputados, y una más reciente de alcaldes. Y tercero, porque el TLC con Estados Unidos debe estar aprobado antes de marzo de 2008. De tal manera que todos los que hablan de eso es como un obstáculo más, un valladar más para posponer la votación sobre el (TLC) y que no se lleve a cabo."

Pero, como podría haber sucedido en una película de Alfred Hitchcock, los eventos le tomaron por sorpresa. El 12 de abril pasado el Tribunal Supremo Electoral (TSE) aprobó una solicitud de referendo por iniciativa ciudadana, que había sido introducida por el ex-diputado José Miguel Corrales. ¿Qué hizo Arias? Giró sobre sus talones e ¡introdujo su propia solicitud de referendo ante el TSE!

Ahora, según el gobierno de Arias, "(el referendo) le da la posibilidad a la ciudadanía de que se pronuncie sobre un tema de trascendencia nacional. Esta es una oportunidad extraordinaria, ya que como país damos un paso muy importante para enriquecer y profundizar la democracia a la vez que le gritamos al mundo que seguimos estando a la vanguardia en desarrollo democrático..."

El TSE aprobó la solicitud de Arias, que toma prioridad sobre la iniciativa ciudadana y aumenta así su capacidad de maniobrar a favor de los intereses de EEUU. La pelea sigue. Pero, cualquiera que sea el resultado, en este momento a Arias lo tiene contra las cuerdas el pueblo.