Sunday, June 24, 2007

Autobuses por Puesto

En los años sesenta, el servicio de transporte público en Caracas era responsabilidad de los autobuses del Instituto Municipal de Transporte Colectivo (IMTC), de los autobuses de unas cuantas líneas privadas y de automóviles de pasajeros. Los automóviles de pasajeros prestaban dos tipos de servicio: libre (equivalente a un taxi de hoy) y "carrito por puesto." En la modalidad "carrito por puesto," cinco pasajeros compartían un automóvil que cubría una ruta predeterminada. Años después, en la Venezuela Saudita de Carlos Andrés Pérez, los "por puesto" se convirtieron en camionetas de carga en las que la gente viajaba doblada. Después aparecieron las camionetas hechas expresamente para transporte colectivo, esas en las que la gente se apretuja en asientos hechos para niños de diez años. Con el tiempo las camionetas crecieron y se convirtieron en autobuses que prestan servicio en las mismas condiciones que los "por puestos" originales: sin horario, sin servicio en las horas de poco tráfico, a la discrecionalidad absoluta del chofer. Hoy viajamos en Metro, Metrobus, taxi y camionetas y autobuses "por puesto". El Metro de Caracas es administrado por una compañía pública. El resto del transporte superficial está en manos de particulares. Viajar en nuestro caótico, incómodo e inseguro transporte colectivo es una aventura. Quien posee un automóvil prefiere la alternativa de pasar largas horas en el tráfico.

El IMTC, que había sido creado por el Concejo Municipal de Caracas en 1953, desapareció. Hoy existen en Caracas un Instituto de Vialidad y Transporte Metropolitano (INVITRAMETRO) y una Dirección de Transporte y Vialidad (INSETRA). Pero no parecen cumplir las funciones del IMTC. El Decreto 5307 de la Presidencia de la República ha autorizado la creación de la empresa estatal "Sistema Integral de Transporte Superficial S.A." cuyo objeto social es el desarrollo del transporte público.

Varias asociaciones de transportistas han rechazado esta medida, e incluso han solicitado que el decreto sea derogado. Entre los alegatos de las asociaciones están que "rechazán la estatización del transporte público," que "se verán afectados porque el Estado mandará unidades nuevas a competir libremente," que "se trata de una promulgación de exclusión e injusticia social, donde trabajadores que llevan más de 40 años ejerciendo su labor ante el volante han sido totalmente ignorados". ¿Por qué se rechaza a priori la estatización del transporte público? Después de todo el transporte público de la ciudad de Londres, uno de los más eficientes del mundo, está en manos de un ente que depende directamente del Alcalde de la ciudad: la Autoridad para el Transporte de Londres (London Transport Authority). Un ente público, la Autoridad para el Tránsito de Nueva York (Metropolitan Transit Authority), maneja el transporte colectivo de la Gran Manzana. (Y a ningún capitalista de Wall Street se le ocurriría quejarse de verse afectado por tener que "competir libremente".) Es verdad que deben ser protegidos los derechos laborales de los trabajadores del transporte. Y enfatizamos, de los trabajadores. Porque un autobús de los que hoy circulan como "por puesto" en Caracas, cuesta unos 300.000.000 de bolívares, suma que dificílmente está al alcance de un trabajador. Los empresarios que seguramente poseen la mayoría de las unidades de transporte, no pueden anteponer sus intereses a los de 4.000.000 de personas que vivimos en Caracas.

Del buen funcionamiento del transporte colectivo dependen el trabajo, el bienestar y la seguridad de las personas. Depende también la seguridad colectiva. No olvidemos que los paros de transporte contribuyeron al derrocamiento de Salvador Allende, Presidente de Chile. El transporte colectivo es un asunto de seguridad de Estado, no un asunto de propietarios de autobuses por puesto.

Sunday, June 17, 2007

Somos la misma gente

El sábado 16 de junio, en el programa "Entre panas" que transmite Venezolana de Televisión, un grupo de estudiantes opositores conversaron con un grupo de estudiantes simpatizantes del gobierno. De uno y otro lado hubo momentos de lucidez y racionalidad. Lucidez y racionalidad que hasta ahora han sido escasas en nuestro debate político. Al final del programa, un grupo de salsa irrumpió en el estudio. Un estudiante de la UCAB sacó a bailar a una estudiante, vecina del 23 de enero. La diatriba política se disolvió en rumba.

La historia de Venezuela, la de América toda, se bifurca a finales del siglo XV, cuando comienza la aventura colonial de Europa. El capitalismo es fruto de esta aventura: "el descubrimiento de América y la circunnavegación de Africa abrieron nuevos horizontes e imprimieron nuevo impulso a la burguesía. El mercado de China y de las Indias orientales, la colonización de América, el intercambio con las colonias, el incremento de los medios de cambio y de las mercaderías en general, dieron al comercio, a la navegación, a la industria, un empuje jamás conocido, atizando con ello el elemento revolucionario que se escondía en el seno de la sociedad feudal en descomposición," expresa el manifiesto comunista de 1848.

La Venezuela moderna nace dividida entre la nación de los indios y la nación de los españoles. Y como las formaciones sociales no desparecen abruptamente, la división originaria todavía perdura en la separación entre marginales y privilegiados, entre barrios y urbanizaciones, entre "hordas chavistas" y "sociedad civil." La relación antitética entre colonizador y colonizado es evidente en nuestra geografía urbana. Las cárceles están llenas de mestizos pobres. En nuestras instituciones se reconocen con facilidad características del poder colonial: la usurpación, los privilegios indebidos, el abuso del poder y el desprecio por los derechos de las mayorías. En nuestras universidades, centros de privilegio, hay personajes políticos dignos de la Italia de los Borgia: todavía no ha llegado a ellas ni la revolución liberal.

Todo sistema en el que una minoría oprime a una mayoría es intrínsecamente inestable. Los desequilibrios sociales han desencadenado el proceso que ahora vivimos. Los oprimidos han desplazado del poder político a buena parte de las clases privilegiadas, que ya no pueden sostener la superioridad mitológica del colonizador (según la cual los oprimidos son cobardes, incompetentes y flojos.) Es comprensible que algunos herederos del colonizador tengan miedo genuino a perder su ilusión de superioridad. Y como no hay en Venezuela fuerza interna capaz de revertir el ímpetu de la rebelión popular, es comprensible que algunos busquen defender sus privilegios en alianza antinatural con una potencia extranjera.

Sea cual sea el futuro que espera a nuestros hijos, nunca será saludable a menos de que logremos desmontar esta división que nos hiere de muerte. Y esto pasa por reconocerla. No se trata de asumir culpabilidades. Se trata de comprender que los privilegios de pocos se sustentan sobre la opresión de muchos, de comprender que quien vive en la indignidad y la servidumbre tarde o temprano se va a rebelar, de comprender que las formas sociales que nos organizan se han hecho insostenibles.

¿Qué ganarían las clases privilegiadas con una intervención extranjera? Muy poco. No habrá represión, por violenta que sea, capaz de regresar a las mayorías a un estado de sumisión. (Seis décadas no han sido suficientes para disipar la violencia que trajo a Colombia el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán.) Ganaríamos todos si colaboramos para construir un país más justo. Tenemos con qué. Y en última instancia es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. Como lo demostraron los estudiantes en "Entre panas," somos la misma gente.

Sunday, June 03, 2007

Libertad de Expresión

Libre, según el diccionario de la Real Academia Española, es lo "que tiene facultad para obrar o no obrar." Expresión es la "especificación, declaración de algo para darlo a entender." La expresión es una acción. Y si se posee la facultad para ejecutar esta acción, se tiene libertad de expresión. ¿Cuántas veces se ha expresado públicamente el el Dr. Marcel Granier, director de las empresas 1BC, en los últimos meses? ¿Tiene libertad de expresión el Dr. Granier? Decir que no, a la luz de los hechos, no tiene sentido, es contrario y opuesto a la razón, es absurdo.

Hace varias décadas, cuando todavía Europa no se había recuperado de la devastación de la guerra, estábamos en invierno en la estación de trenes de Roma. Un niño de unos ocho años, muy pobre, caminaba al lado de su madre. Miraba con atención a su alrededor, como tratando de comprender algo. La cara se le iluminó de repente, agarró a su mamá por el brazo, la hizo detenerse y le dijo, con una enorme alegría que todavía nos alcanza: "Mamá... es Navidad." Un acto de expresión particular es el accionar de una persona, ocurre en un escenario, requiere de un medio de comunicación y tiene una motivación. También tiene un efecto.

El efecto social y político de un acto de expresión depende de cuan amplia es la audiencia que alcanza. Cuando en el contexto político se habla de "libertad de expresión," se habla de la libertad de expresar ideas que tienen el potencial de afectar a una comunidad. En el caso de Venezuela, un país de 26.000.000 de habitantes, ¿cuántos de nosotros tenemos la facultad de hablarle a, digamos, un 1% de esta población? Muy pocos, la mayoría carecemos de los instrumentos que esto requiere: de medios de comunicación de masas.

Los medios de comunicación de masas son bienes muy escasos. Hay gente que sostiene que pertenecen a quienes tienen el dinero para comprarlos. Una vez le preguntaron al director de un diario: "¿Hay libertad de expresión en Venezuela?" "Por supuesto," respondió, "todo el mundo tiene la libertad de comprarse su propio periódico." Pero un periódico no es un collar de diamantes, es una herramienta cuyo uso afecta la vida de todos. Como tal, es político y tiene que estar sujeto al control social.

El Estado le ha rescincidido a RCTV el privilegio de usar el Canal 2, el rango del espectro electromagnético comprendido entre 54 y 60 Megahertzios. Esto afecta los intereses económicos del grupo 1BC. Afecta también la capacidad de este grupo para imponer su agenda política. No afecta la libertad de expresión de los venezolanos. ¿Cómo queda esta libertad?

El Canal 2 ha sido asignado a Teves, que se califica como una emisora de servicio público. Para ser de servicio público, Teves deberá en verdad estar abierta a todos aquellos que estén en capacidad de producir contenidos de calidad. La transmisión final de RCTV terminó con el himno nacional. En el arreglo musical se hizo un esfuerzo por expresar la individualidad de los artistas que lo cantaban, hay que reconocerlo. Pero Teves arrancó con el destello de un himno nacional dirigido por Gustavo Dudamel. Y después, una explosión de alegría caribeña compensó la tristeza de la gente de RCTV. Lo que hemos visto en Teves nos hace optimistas. El nombre mismo simboliza la voluntad de construir el discurso en el que nos vamos a reconocer. Concebimos Teves como un espacio para la creación libre, que nos mostrará lo mejor de lo que somos capaces, que le dará a nuestros hijos modelos idóneos para desarrollar su personalidad.

Libre de las ataduras de intereses económicos, del dogmatismo y de la propaganda política, Teves deberá ser un espacio para crear y difundir calidad. Para aumentar nuestra capacidad, nuestra libertad, de expresión.

Saturday, June 02, 2007