Monday, November 29, 2010

Compromiso democrático suramericano

La IV Cumbre de Unasur aprobó un protocolo de compromiso con la democracia. Se aplicará “en caso de ruptura del orden democrático, de violación del orden constitucional o de cualquier situación que ponga en riesgo el legítimo ejercicio del poder y la vigencia de los valores y principios democráticos”.

El Protocolo de Unasur tiene objetivos y mecanismos de acción similares a los de la Carta Democrática Interamericana de la OEA (2001). ¿Pero es equivalente? No.

1.- La Carta Democrática identifica democracia con democracia representativa. “El ejercicio efectivo de la democracia representativa es la base del estado de derecho y los regímenes constitucionales de los Estados Miembros de la Organización de los Estados Americanos,” declara.

En la democracia representativa una clase política ejerce el poder en nombre de los ciudadanos; el poder de la mayoría se limita al ejercicio periódico del voto.

Pero la democracia representativa no es la única forma de democracia. Nuestra constitución establece otra, en la que el poder debería estar distribuído entre los ciudadanos: la democracia participativa.

2.- La Carta Democrática es resultado de la política exterior de los Estados Unidos. (Como lo fueron la I Conferencia de Estados Americanos [Washington, 1889-1890] y la fundación de la OEA [1948].) El Protocolo de Unasur es inherentemente suramericano.

3.- La Carta Democrática no ha sido eficaz en la defensa de la democracia. Los golpes de Venezuela en el 2002 y de Honduras en el 2009 así lo demuestran. La actuación de Unasur en la reciente intentona de Ecuador fue, en contraposición, rápida y contundente.


Podría objetarse que el poder del Protocolo de Unasur, como el de toda declaración de principios, es esencialmente simbólico. ¿Pero no es el hombre «el animal que fabrica y usa símbolos»?

Quizás el simbolismo de Unasur nos ayude a sortear el tremedal que aún nos separa de la democracia participativa.

Sunday, November 21, 2010

Danilo Anderson, justicia e impunidad

Al pie del bloque 14 de Monte Piedad, la noche de la Plaza Alí Primera se siente como la noche de una plaza de pueblo. Al suroeste, paralelas a un bloque de 4 pisos, han sido dispuestas seis mesas de ajedrez. Seis niños juegan una partida simultánea con Luis Casadiego, miembro del Comité Cultural Alí Primera. En el sencillo escenario un músico aclara la voz. Alguien dice: –está sabroso este frío. Las luces verdes, rojas y amarillas –y la algarabía festiva de los niños– nos recuerdan que la Navidad está cerca.

La Navidad celebra la esperanza: la certeza de que el día más oscuro del año será, precisamente, el día en que renacerá la luz. Esta noche la comunidad conmemora que han pasado 6 años desde que murió Danilo Anderson.

–Recordar a Danilo es luchar contra la impunidad, me dice Luis.

Minutos más tarde comienza la música. Un verso de una canción resume el por qué estamos aquí: “un paso adelante de la justicia nos cuesta un hombre”...

“¿Y no es buscar justicia el núcleo primordial de una revolución?”, pienso.

En el trayecto que lo llevó del liceo Guzmán Blanco a la Escuela de Derecho y luego al Ministerio Público, Danilo Anderson aprendió la fuerza del Derecho como instrumento de civilización.

Como Fiscal le hizo honor a esta fuerza. Su actuación reflejó, sin cortapisas, el principio de la igualdad ante la ley. Ricos y pobres fueron convocados al Ministerio Público a responder por sus actos.

Danilo no cedió ante amenazas y presiones. Esto le costó la vida. Ya muerto hay quienes buscan abrirle más heridas, esta vez morales.

Quizás Danilo sobrestimó la fuerza del Derecho en un país en el que las relaciones de poder, primitivas, no han sido todavía temperadas por la civilización. Pero el camino que transitó es el correcto: sin Derecho no hay justicia.

Quienes asesinaron a Danilo quisieron asesinar, con él, nuestra esperanza de justicia.

Friday, November 19, 2010

Lloviendo luz en el verde

Fotos de Caracas: Parque del Este.
Tarde de sol en el Parque del Este Francisco de Miranda (Caracas, Venezuela)
En esta foto, tomada en uno de los estanques del Parque del Este, pareciera estar lloviendo luz en el verde de las matas alrededor.

Sunday, November 14, 2010

El Metro: de la utopía a la distopía

“Al señor de la camisa roja: le recordamos que los niños deben ir de la mano de sus representantes.”

Miré mi camisa, no era roja. Y mi hija, de 6 años entonces, agarraba mi mano con fuerza mientras miraba hacia la luz del tren que se acercaba a la estación. El señor que si tenía la camisa roja, avergonzado, tomó con disimulo la mano de su hijo.

“No somos suizos,” había dicho por esos días Manuel Peñalver. No eramos suizos, pero en las instalaciones del Metro nos demostrábamos capaces de convivir en civilización. Podíamos incluso trascender ese discurso colonial que nos pinta irremediablemente ignorantes, atrasados, incapaces de la más elemental urbanidad: los vagones del Metro de Caracas eran muy parecidos a los de San Francisco y París; pero los nuestros, color de trópico en aire acondicionado, eran más silenciosos, más bonitos y más eficaces.

Hace dos años 3 sujetos me aplicaron la maquinita en la entrada de la estación La Hoyada. Con malandra eficiencia me despojaron de los 300 BsF que acababa de sacar de un cajero. Tres vigilantes del Metro fueron testigos. No movieron un dedo para ayudarme, pero sí me increparon: “¿Tú eres pendejo? ¿Cómo te vas a dejar atracar así?”

El Metro de hoy pudiera ser escenario de Cazador Implacable, Mad Max o cualquier otra distopía futurista. Es una pesadilla urbana.

¿Qué ha pasado? Hace casi 3 décadas los venezolanos éramos capaces de gerenciar uno de los mejores subterráneos del mundo. ¿Sómos ahora más incompetentes, más ignorantes? No, ciertamente no. Hoy los venezolanos somos, en promedio, mucho más educados que hace 30 años. ¿Cómo explicar entonces la debacle del Metro?

La lógica es inexorable. Si ahora hay más venezolanos capaces, entonces es claro que los procesos de selección de gerentes públicos no están llevando a nuestra mejor gente a los cargos de dirección.

Los venezolanos queremos avanzar. Es el momento de convocar la participación de nuestros técnicos más capaces.

Tuesday, November 09, 2010

¡Incáutese el pueblo de El Hatillo!

El día de los muertos los concejales del Hatillo se reunen en la Cámara Municipal, a media cuadra de la Iglesia. Su cometido es cocinar una ordenanza que arrebatará tierra y vivienda a los habitantes originarios del pueblo.

Un grupo de vecinos se ha presentado a defender la comunidad. Mercedes, una de ellos, vive en la Unión, a 2 kilómetros de la Alcaldía. Si el Concejo Municipal permite el desarrollo comercial en la zona, el precio del terreno de Mercedes aumentará. Tomando los precios de una urbanización cercana como referencia, se estima que valdrá unas 5 veces más.

Según la nueva ordenanza, este aumento de valor obligaría a Mercedes a pagar unos 700.000 BsF de impuesto. Como no los tiene, Mercedes tendría que hipotecar su casa para pagar. Y como tampoco tiene para pagar la hipoteca, quedaría en la calle, con sus hijos y sus nietos. La ordenanza crea un mecanismo para incautar la propiedad de los habitantes de El Hatillo.

El tiempo pasa lento en la Cámara: los concejales alargan la discusión para cansar a los vecinos. Han pasado 7 horas cuando termina la sesión. Un concejal cierra con una sentencia: –la ordenanza se aplicará a todo el municipio. Mercedes imagina un vampiro hincando los dientes en el cuello de su nieto.

“El Hatillo tiene sus espantos”, piensa Mercedes cuando sale de la Cámara. Afuera, en un banco en la plaza, un ciego, un sordo y un mudo comparten una botella de cocuy. El ciego ve la preocupación de Mercedes.

–¿Qué pasa señora Mercedes? –pregunta.

–¡Quién nos va a salvar ahora? –contesta Mercedes.

El sordo la escucha y dice: –se oye que el Rojo Rojito aparece por El Encantado.

El mudo se echa un palo, se levanta del asiento y habla.

–¡Llámenlo! El Hatillo también existe.

Wednesday, November 03, 2010

Fotos del Hatillo

Imagenes del municipio El Hatillo.
Color del barrio El Calvario en El Hatillo Caracas Venezuela)
El Calvario, un Barrio en El Hatillo


Jóvenes frente a la Iglesia de El Hatillo Caracas Venezuela
Jóvenes Frente a la Iglesia de El Hatillo


Nave interior de la Iglesia de El Hatillo Caracas Venezuela
Iglesia de El Hatillo


Hojas de cambur en La Unión El Hatillo Caracas Venezuela)
Hojas de Cambur en La Unión


Capacho amarillo en La Lagunita, El Hatillo Caracas Venezuela
Capacho Amarillo en La Lagunita


Luz de atardecer hacia El Volcán en El Hatillo Caracas, Venezuela
Crepúsculo en El Hatillo

Monday, November 01, 2010

Noche en un celular barato

Fotos de la noche de El Hatillo, tomadas con un celular barato
Paisaje nocturno en El Hatillo (Caracas, Venezuela)

Más allá, dentro de la luz


Pared del Conopoima en la noche de La Lagunita (El Hatillo, Caracas, Venezuela)

Miseria de pared y calle; y oscuridad