Ciclos de lo real en la perplejidad
–Era el occiso
conocido en los bajos fondos con el remoquete del Ratón –
había dicho el noticiero
de las 6 de la mañana.
El niño
iba a la escuela como en lo oscuro de un sueño.
En el quiosco
conocido en los bajos fondos con el remoquete del Ratón –
había dicho el noticiero
de las 6 de la mañana.
El niño
iba a la escuela como en lo oscuro de un sueño.
En el quiosco
de revistas, en primera plana, el tabloide
exhibía la foto.
En la luz de un flash acribillado
yacía decúbito proclive
contra una pared
en blanco y en negro
en blanco y en negro
abyecto el Ratón.
Sus ojos entrecerrados, sus labios resignados
y su escapulario
de la Virgen entre sus dedos
y su escapulario
de la Virgen entre sus dedos
disociados de la sangre
negra que le arrancó la vida del pecho
y en un charco bajo su cadáver
se congeló.
negra que le arrancó la vida del pecho
y en un charco bajo su cadáver
se congeló.
El niño
trató de no pensar, pero no pudo.
En su imaginación, hacia la muerte
en la noche
trepaba por escaleras hediondas a orine
el Ratón.
Detrás de él
corrían y reían a carcajadas
sus camaradas
de la Dirección General de Policía.
trató de no pensar, pero no pudo.
En su imaginación, hacia la muerte
en la noche
trepaba por escaleras hediondas a orine
el Ratón.
Detrás de él
corrían y reían a carcajadas
sus camaradas
de la Dirección General de Policía.
No comments:
Post a Comment