El Petro ¿engendro o panacea?
En una economía funcional una moneda sirve como depósito de valor, como medio de intercambio y como unidad de cuenta.
En la economía disfuncional que hoy vivimos en Venezuela un billete no sirve como depósito de valor. Si trece billetes de cien eran necesarios para comprar hace un año un café, ciento treinta son necesarios hoy. Billete que se guarda, billete que se pierde, sabe todo el mundo.
Los billetes tampoco sirven como medio de intercambio: simplemente no se consiguen. En los cajeros externos de los bancos rara vez hay efectivo; y cuando lo hay solo se nos dispensa un monto máximo de diez mil bolívares, a duras penas suficiente para comprar una empanada. En los cajeros internos de los bancos los montos también están limitados: a menos que paguemos una jugosa comisión a las mafias que se aprovechan del caos. (Es verdad que después de largas colas los viejitos podemos en algunos casos cobrar la pensión del seguro social, pero esto no nos salva del todo de la locura: como no hay billetes de baja denominación para dar vuelto, los comerciantes casi nunca pueden aceptar los billetes de cien mil.)
Tampoco sirven los billetes como unidad de cuenta: los precios varían tan rápido que es difícil hacerse una idea, en bolívares, del valor de las cosas; la gente en la práctica usa el dólar como indicador de valor, como unidad de cuenta. Y es aquí donde la negligencia criminal de la autoridad monetaria nos acribilla: en ausencia de una asignación racional de divisas por parte del BCV, carecemos de una tasa de cambio oficial para el dólar, carecemos de una tasa de cambio creíble quiero decir. La carencia de una tasa de cambio oficial creíble abre la puerta a Dolar Today, una simple página web que en la práctica determina el tipo de cambio del dólar —y como consecuencia determina el nivel de precios—.
Es en medio de este despelote que el gobierno ha propuesto una nueva forma de moneda, presunta criptomoneda: el Petro.
¿Pero podría en la situación actual funcionar este Petro? Es difícil. Ninguna moneda funciona y sobrevive si el público no tiene confianza en el ente que la emite: en el caso del Petro el gobierno actual de Venezuela: el mismo gobierno que nos trajo el despelote que describimos arriba.
¿Sería racional, consistente con la realidad, esperar que el público confíe en este nuevo engendro de Maduro y su equipo económico?
En la economía disfuncional que hoy vivimos en Venezuela un billete no sirve como depósito de valor. Si trece billetes de cien eran necesarios para comprar hace un año un café, ciento treinta son necesarios hoy. Billete que se guarda, billete que se pierde, sabe todo el mundo.
Los billetes tampoco sirven como medio de intercambio: simplemente no se consiguen. En los cajeros externos de los bancos rara vez hay efectivo; y cuando lo hay solo se nos dispensa un monto máximo de diez mil bolívares, a duras penas suficiente para comprar una empanada. En los cajeros internos de los bancos los montos también están limitados: a menos que paguemos una jugosa comisión a las mafias que se aprovechan del caos. (Es verdad que después de largas colas los viejitos podemos en algunos casos cobrar la pensión del seguro social, pero esto no nos salva del todo de la locura: como no hay billetes de baja denominación para dar vuelto, los comerciantes casi nunca pueden aceptar los billetes de cien mil.)
Tampoco sirven los billetes como unidad de cuenta: los precios varían tan rápido que es difícil hacerse una idea, en bolívares, del valor de las cosas; la gente en la práctica usa el dólar como indicador de valor, como unidad de cuenta. Y es aquí donde la negligencia criminal de la autoridad monetaria nos acribilla: en ausencia de una asignación racional de divisas por parte del BCV, carecemos de una tasa de cambio oficial para el dólar, carecemos de una tasa de cambio creíble quiero decir. La carencia de una tasa de cambio oficial creíble abre la puerta a Dolar Today, una simple página web que en la práctica determina el tipo de cambio del dólar —y como consecuencia determina el nivel de precios—.
Es en medio de este despelote que el gobierno ha propuesto una nueva forma de moneda, presunta criptomoneda: el Petro.
¿Pero podría en la situación actual funcionar este Petro? Es difícil. Ninguna moneda funciona y sobrevive si el público no tiene confianza en el ente que la emite: en el caso del Petro el gobierno actual de Venezuela: el mismo gobierno que nos trajo el despelote que describimos arriba.
¿Sería racional, consistente con la realidad, esperar que el público confíe en este nuevo engendro de Maduro y su equipo económico?
2 comments:
EL "PETRO" MUCHO CAMISÓN PA´PETRA
"Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino romperá el odre, y se pierde el vino y también los odres; sino que se echa vino nuevo en odres nuevos.Marcos" 2:22
POR CIERTO QUE PASO CON EL "Sistema Unitario de Compensación Regional (SUCRE)"
Así es: nadie echa vino nuevo en odres viejos.
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